El FID (Foro Internacional del Deporte), promovido por el Grupo Bárymont y sus creadores -Francisco del Río y Héctor de Prada. Aterrizaba este fin de semana en el Palacio de Festivales de Santander para celebrar su primera edición en la capital cántabra. Apenas quince días antes, se estrenaba también en León, obteniendo un éxito rotundo. Al evento, disputado en tres jornadas, acudieron 2000 personas, colgando un “sold out” de entradas el segundo día.

No es de extrañar que los asistentes salieran del templo de la cultura en Cantabria con muy buenas sensaciones y con ganas de repetir. Entre los deportistas invitados: Javier Sotomayor, Ruth Beitia, Fermín Cacho, Gervasio Deferr, Manuel Sanchís, Emilio Amavisca, Fernando Sanz, Predaj Mijatovic´, Lydia Valentín, Gemma Mengual, Sara Andrés y Toni Nadal.

El lugar (situado a nivel del mar) y, el trabajo de sus organizadores -ni más ni menos que “seis años” de llamadas, reuniones y muchos quebraderos de cabeza- eran el cocktail perfecto para que todo saliera “mejor de lo esperado”. Si a eso se le añade la “calidad humana” del staff y el “vacío” que se le quedó a Francisco del Río al finalizar el espectáculo (como reconocía para PixRoll Media, después del éxtasis del triunfo) pueden imaginarse el calibre del festejo.

Los Olímpicos de Oro

El primer invitado fue Javier Sotomayor, quien “soñaba con saltar edificios como en las películas asiáticas” para convertirse en el mejor saltador de todos los tiempos con un récord de 2,45 metros. Le seguía el turno de palabra, Ruth Beitia, en la tierra que la vio nacer, para deleitar al público mostrando sus dos medallas olímpicas, vestida a juego con el color de sus sueños “en blanco y negro”, reconocía que siempre, hasta en Barcelona del 92, fue conjuntada. 

Javier Sotomayor

Le siguió Fermín Cacho, un hombre muy campechano que con su naturalidad y desparpajo se ganó el corazón de todos los allí presentes; el atleta español más laureado en los 1500 metros contaba, entre risas, que uno de los momentos en los que más nervios pasó fue cuando, sudado, tuvo que saludar a Su Majestad el Rey Don Juan Carlos. “Y ahora cómo lo hago, qué digo, pero estaba más nervioso con la Reina, yo no sabía qué hacer, me dio dos besos y pensé que ya se había roto todo el protocolo y había vía libre para todo”. 

Gervasio Deferr entraba por videollamada y conmocionó a todo el teatro cuando aludió a que la mejor medalla que había ganado era la vida, debido a su problema con el alcohol. Explicaba: “Cuando acabé la gimnasia no supe que hacer con mi vida, estuve perdido varios años, intentando a trompicones salir adelante, no tenía la capacidad de cambiar las tornas a la situación, todo me era incómodo y muy difícil y no comprendía nada, malas compañías, malos consejos y apartarme de la gente que me quería, me hizo acabar prácticamente muriendo por el alcohol y eso te lleva a un mundo oscuro, muy profundo y muy doloroso al que por suerte pidiendo ayuda conseguí salir”, “Ahora lo miro atrás y es lo más difícil e importante que he hecho en mi vida”, sentenciaba. 

La Champions que cambió todo

El Real Madrid llevaba 32 años sin ganar una Copa de Europa, corría el año 1998 cuando Predaj Mijatovic´ marcó aquel, no menos, controvertido gol contra la Juve que les coronó por sétima vez Campeones de Europa. Con la orejona presente en el escenario, Tomás Roncero, entrevistó al capitán –Manuel Sanchís– y a otros dos jugadores de aquella plantilla, Emilio Amavisca y Fernando Sanz. “El hombre de la Séptima” se disculpaba por no poder acudir y compareció vía online. “Tuvimos que pedir el champagne a los italianos porque no esperábamos ganar”, “No teníamos ni el restaurante cogido”, recordaban entre carcajadas. 

Lorenzo Sanz, Presidente del club blanco en aquella etapa y padre de Fernando Sanz, ocupaba la portada del AS del día siguiente levantando el trofeo. Debió de sentirse muy orgulloso de su hijo por ganar esa copa, tanto es así que su descendiente afirmaba que dicha imagen “la tenía en el cuarto de baño para verla todos los días”. Y hablando de padres, Sanchís nunca vio al suyo llorar, también exfutbolista del Real Madrid; quien lo pudo ver entre lágrimas de emoción ese día fue su mujer actual, también presente entre el auditorio, contaba el tercer futbolista con más partidos en el Real Madrid por detrás de Raúl Blanco e Iker Casillas.

Tomas Roncero entrevistando a Manuel Sanchís, Fernando Sanz y Emilio Amavisca
Fernando Sanz y la séptima Copa de Europa del Real Madrid

La jornada terminaba con un show con el balón, entre los jugadores y la cuatro veces Campeona del Mundo de Footbag, Paloma Pujol. A la vez, se escuchaba la melodía del violín, tocada por el finalista de Got Talent, Javi Lin, que amenizaba aún más el ambiente con “Despechá” de Rosalía. Los balones y alguna que otra camiseta, se lanzaron firmadas por los invitados al gentío de las butacas.

Tres caminos hacia el éxito y Toni Nadal

El broche final se dividió en dos sesiones. La primera la protagonizaron Lydia Valentín, Gemma Mengual -pioneras olímpicas españolas en halterofilia y natación sincronizada respectivamente- y Sara Andrés, paralímpica de 25 años, dos veces bronce en el Campeonato del Mundo de 200 y 400 metros T44. Esta última eclipsó a todo el mundo cuando contaba su historia de superación; su voz irradiaba fuerza y positividad como el sol colándose por las rendijas de las persianas en la mañana. Y no era para menos, después de perder la mitad de las piernas (de rodillas para abajo en un accidente de tráfico) tuvo que aprender y transmitir que la vida sigue con una preciosa sonrisa.  

Mónica Martínez entrevistando a Sara Andrés

La segunda sesión, para algunos la más esperada, fue para Toni Nadal “el creador de la Bestia”, como así le presentó Nico Abad en la gala, título que él rechazó rotundamente desde la modestia y la educación que caracterizan al tío de Rafa Nadal, y que muchos estarán de acuerdo en describirle como tal. El entrenador consiguió robar la atención de la gente en todo momento durante los cuarenta minutos que duró su discurso. El mensaje estaba claro: el desarrollo de la personalidad a través de la resiliencia como núcleo de su entrenamiento, fortalecer el carácter y el sentimiento de responsabilidad ante todo. Reconoció que con Rafa “era duro y exigente por tres razones: porque sabía a lo que nos íbamos a enfrentar en el futuro, mi sobrino había decidido ser un gran jugador, no sería fácil; entonces si no va a ser fácil, te tienes que preparar para esa dificultad”.

Fui un entrenador duro porque vi a un chicho dispuesto a aceptar las dificultades, y fui exigente porque tenía una gran estima por mi sobrino”. Recordaba que al principio, durante años, le hacía jugar en pistas y bolas de malas condiciones; si se olvidaba el agua “¡Tranquilo, no se bebía!”. Le alargaba los entrenamientos más tiempo de lo pactado “¡Tranquilo, un poco más!”. “Siempre con la idea esa de que aguantara un poco más, nunca lo hice con mala intención porque sabía que ese sería el factor determinante”. 

Y así se lo hizo ver en la final del Open de Australia en 2009 vs. Roger Federer. Rafa venía de jugar una semifinal muy dura vs. Fernando Verdasco, 5 horas y 14 minutos. Cuando salió a jugar la final “su cara era un poema” y el tenista le decía a su entrenador que no podía más, se lo repetía una y otra vez. Su tío le puso rápidamente en contexto: “Si se colocara un francotirador en la grada y le dijeran que cuando Rafa deje de correr tiene que disparar, ¡Vamos, si correrías!”. Y aquel día ganó su primer Open de Australia. “El que normalmente triunfa, no solo en el deporte, también en la vida, es aquel que está capacitado para resistir más, y esto se entrena cada día”, afirmaba Toni.

“Resistir es el valor del deporte”

Toni Nadal
Toni Nadal
Toni Nadal dando un discurso

Parece que tiene razón, y a ver quién es el que intenta rebatirle al entrenador de uno de los mejores tenistas de la historia este pensamiento. El resto de deportistas invitados tenían todos ellos interiorizada esta forma de pensar, o por lo menos así lo reflejaron en el FID:

Fermín Cacho recordaba con el mismo cariño el oro de Barcelona 92 que la plata de Atlanta 96, porque siguió luchando y le supo a victoria. Gervasio Deferr día a día sigue lidiando para no volver a recaer. Sara Andrés se vio sin poder caminar y volvió a correr. Gemma Mengual fue madre y regresó a la natación. Los futbolistas del Real Madrid estuvieron 32 años esperando y resistiendo para ganar esa copa tan añorada. Y así todos y cada uno de ellos, hasta llegar a donde han llegado.

El FID apunta a que ha venido para quedarse y denota que a la gente le siguen interesando todos los deportes, algo muy positivo. Se debe seguir fomentando el deporte en una sociedad que tanto lo necesita como la de hoy en día.